Se colocaron los posaderos desde donde las rapaces esperan a que cualquier topillo o ratón salga para lanzarse a su captura. Su eficacia se puede comprobar simplemente buscando egagrópilas de estos animales en cualquier posadero o dormidero que encontremos, y abrirlas para comprobar la gran cantidad de cráneos de micromamíferos que aparecen (topillos, ratones...).
Tras colocar los posaderos, se toma nota de su posición vía GPS, y se traza una parcela en torno al posadero en la que se realizan muestreos aleatorios, analizando la presencia de huras, y la actividad en torno a las mismas: pastoreo, excrementos, caminos entre huras...
Igualmente, se hacen muestreos en otras parcelas sin posadero para comparar cómo afectará la presencia o ausencia de los mismos a la población de topillos.
Igualmente, se hacen muestreos en otras parcelas sin posadero para comparar cómo afectará la presencia o ausencia de los mismos a la población de topillos.
En breves volveremos a terminar el estudio y analizar los resultados de los posaderos.
¡Muchas gracias a los que os ofrecisteis voluntarios para pasar un día en el campo!